Wuiliam Monterola se dedicó al comercio, aquella actividad que practicaba en los veranos con su padre Alfonso. Ambos vendrían solo pantalones de corduroy y jeans, que compraban a un pariente que confeccionaba las prendas. Hasta 1993, Pieers era una marca medianamente conocida en galerías y mercados del centro de Lima, Surquillo, San Juan de Miraflores y Callao, que había incluido el drill en sus modelos para varones. ¿Qué faltaba? Llegar a provincias. Para ello Pieers se transformó y amplió su producción a jeans, a ropa de damas, de niños y accesorios con la finalidad de no perder ningún cliente. Hoy Pieers produce 120.000 piezas al mes. Cada año creece 8% y se espera un mayor crecimiento, tanto económico como de mercado.
viernes, 6 de agosto de 2010
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